Programa de Intervención Familiar
El Programa "Intervención Familiar" está encuadrado dentro de la Prestación Básica de Convivencia y Reinserción Social.
La Prestación Básica de Convivencia y Reinserción Social se desarrolla en el contexto de los Servicios Sociales Comunitarios como el primer nivel de actuación del Sistema Público de Servicios Sociales.
Su marco normativo actual lo forman la Constitución Española, la Ley 2/1.988, de 4 de Abril, de Servicios Sociales de Andalucía y el Decreto 11/1.992, de 28 de enero, por el que se establecen la naturaleza y prestaciones de los Servicios Sociales Comunitarios, así como el Plan Concertado para el Desarrollo de las Prestaciones Básicas de Servicios Sociales y el Plan de Servicios Sociales de Andalucía.
El artículo 10.4 de la Ley de Servicios Sociales de Andalucía plantea que el Servicio de Convivencia y Reinserción Social tendrá como función la búsqueda de alternativas al internamiento en instituciones de las personas que se encuentran en especiales condiciones de marginación procurando la incorporación de todos los ciudadanos a la vida comunitaria.
El artículo 5 del Decreto 11/1.992, de 28 de enero, señala que este Servicio se configura como un conjunto de actuaciones dirigidas a posibilitar las condiciones personales y sociales para la convivencia, participación e integración de los individuos en la vida social, con especial atención a las acciones de carácter preventivo. Asimismo trata de recobrar la vinculación efectiva y activa de los individuos y grupos en su entorno, cuando ésta se ha deteriorado o perdido.
El Plan Concertado de Prestaciones Básicas en materia de Servicios Sociales establece entre las mismas la de Alojamiento y Convivencia y la de Prevención e Inserción, ambas coinciden con la prestación de Convivencia y Reinserción Social regulada en la legislación andaluza.
La Prestación de Convivencia y Reinserción Social supone partir de una reflexión sobre el sistema social de libre competencia en el que las personas y los grupos están inmersos.
La desigualdad entre las personas, grupos y comunidades parece consolidarse como hecho psicosocial inherente a la propia estructura funcional del sistema social. Ante este problema estructural (marginación versus igualdad social) el Sistema Público de Servicios Sociales debe orientar sus actuaciones a la prevención y modificación de las situaciones de desigualdad.
Se trata, pues, de intervenir sobre aquellos procesos mantenedores de desigualdades para modificarlos y potenciar los que favorecen comportamientos individuales y colectivos de tipo solidario.
Toda persona necesita encuadrarse en un marco convivencial adecuado.
Este marco convivencial es, habitualmente, la familia, elemento natural y fundamental de la sociedad, que, a pesar de los profundos cambios sufridos, sigue manteniéndose hoy como el núcleo básico de convivencia más frecuente en la comunidad y constituyendo generalmente la variable crítica entre el individuo y la sociedad.
Actualmente, la complejidad del mundo social, las crisis económicas, las crisis de esquemas referenciales, el trabajo de ambos padres fuera del hogar, etc., provocan situaciones frecuentes de fragilidad y vulnerabilidad de la familia. Si estas situaciones coinciden con una baja capacidad de respuesta de la familia y de su red social de apoyo, pueden traducirse en problemas en su estructura (familias incompletas, rupturas familiares), en su dinámica interna (desatención, violencia familiar) y en sus relaciones con el medio social externo (marginación, inadaptación, etc).
A esta necesidad ha de responder la sociedad y el Estado protegiendo a la familia y garantizando a sus miembros un nivel de vida adecuado que le asegure la salud y el bienestar.
Formando parte de la respuesta que nuestra sociedad y su administración prevén para atender a esta necesidad y derecho, el sistema público de los Servicios Sociales debe promover atenciones que garanticen la cobertura de las necesidades básicas de la familia y la permanencia de las personas en su medio habitual de vida o en un ámbito alternativo adecuado en el caso que esto último no fuera posible.
Dentro de la atención a la familia tiene particular interés para el Sistema de Servicios Sociales la cobertura de las necesidades especiales de los miembros del grupo familiar que la requieran, como es el caso de la infancia (que sufre una mayor desprotección en situaciones de riesgo motivadas por las carencias y/o disfunciones familiares), las personas con minusvalías, los enfermos, los ancianos, etc.
Desde nuestro Proyecto se trabaja con familias en las que se encuentran menores en situación de riesgo.
En la actualidad el Programa de Intervención Familiar está formado por una Psicóloga, una Educadora Familiar y una Trabajadora Social.
Recursos propios que se gestionan desde este Programa.
Dirección de correo electrónico: pifamilia@ayto-morondelafrontera.org
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